“No reniego de mi
naturaleza, no reniego de
mis elecciones, de todos
modos he sido una
afortunada. Muchas veces
en el dolor se encuentran
los placeres más profundos,
las verdades más complejas,
la felicidad mas certera. Tan
absurdo y fugaz es nuestro
paso por el mundo, que solo
me deja tranquila el saber
que he sido auténtica, que
he logrado ser lo mas
parecido a mi misma que he
podido.”
Frida Khalo.
Hace años salí con un gran hombre por un corto periodo de tiempo.
Hoy, vino a mi memoria porque acabo de llegar de mi último viaje, del lugar donde nos conocimos.
Es probable que haya sido el hombre más simpático, dulce, generoso, preocupado y amoroso que haya conocido en mi vida.
Fue criado con buenos valores. Era un gran profesional. Era independiente, inteligente, culto, divertido, extrovertido, encantador y amable con todxs.
Se respetaba a sí mismo y claramente respetaba a los demás. Y aún más importante, era feliz. Algo que todxs desean ser.
Pero él no tenía que desearlo, porque era verdaderamente feliz.
Y me contagiaba dicha felicidad.
Podría preguntarme el por qué no quise seguir con él entonces......Era algo que no podía comprender.
Cada día con él era diferente, no existía la rutina; me apoyaba con mi carrera, se hubiese mudado conmigo a cualquier parte del mundo si yo se lo hubiese pedido, escuchaba mis preocupaciones a cualquier hora del día, hacía todo lo que podía para animarme cuando me sentía mal, y me mostró una parte de mí misma que nunca supe que existía.
Me dejó ver las cosas buenas de mí misma. Pero también hizo que apareciese lo peor de mí.
YO era desagradable, inaguantable, poco amable y con poca paciencia cuando estaba con él.
Él era demasiado simpático y yo era demasiado dura.
Las paredes que había construido a mi alrededor llevaban tanto tiempo ahí y eran tan altas que ni siquiera él pudo tirarlas abajo. Él era todo lo que deseaba encontrar en un hombre. Todo lo que podría haber necesitado. Todo lo que me merecía. Sin embargo, él representaba algo a lo que no estaba acostumbrada.
La coordinación a veces es lo peor.
Hay gente que llega a tu vida en los peores momentos y por las mejores razones. Para despertarte y mostrarte una parte de ti mismx que no sabías que existía. Para enseñarte cosas de gran valor. Para animarte cuando te sientes mal.
Sentía la necesidad de escribir esta líneas, porque cada día que he pasado en nuestra ciudad, un nudo se apoderó de mi garganta en cada esquina donde fuimos sumamente felices.
En aquella cafetería donde pedíamos nuestros cafés dobles con chocolate blanco; en esa terraza donde disfrutábamos de nuestros platos repletos de grandes risas a la una de la madrugada , de esas maravillosas puestas de sol que iluminaban tu mirada e inundaban mi alma cada vez que yo la veía; de mi desastroso acento inglés del que tanto te reías, de esa gran frase "Free your mind" que tantas veces me repetías.... y de nuestras horas y horas hablando de medicina. Nuestro Sweet dreams...
Han pasado ya muchos meses, incluso años. Así que cuando leas esto (si es que alguna vez lo lees), no te preguntes el porqué de nuestra ruptura, podría darte miles de razones y tal vez ninguna te llenaría lo suficiente.
Quizás nuestras creencias sobre el amor estaban contaminadas por nuestra educación; quizá fue el miedo el que me hizo apartarme de ti.
O quizá mis ansias continuas de libertad. No lo sé.
Sólo he de decirte que estés donde estés , sólo puedo desear que esa felicidad y fuerza que mantenías y trasmitías día tras día, siga siendo la misma.
Fui afortunada por vivirte , y si he de decirte algo, es que mi amor por ti, fue auténtico.
TE quiero.