¿Pueden algunos factores externos como la contaminación o la
alimentación influir en problemas neurológicos como el autismo? Una nueva
investigación ha demostrado que la exposición a la contaminación ambiental
aumenta el riesgo de Trastorno del Espectro Autista (TEA) entre
quienes tienen una predisposición genética. Se trata de un problema que sufren
aproximadamente uno de cada 88 niños en Estados Unidos.
Pero qué es el TEA?
El TEA es una discapacidad del desarrollo neurológica
caracterizada por problemas en la interacción social, la comunicación y la
repetición de comportamientos.
Este problema es altamente heredable y, sin
duda, es un factor esencial en la ecuación de la enfermedad. Sin embargo,
este estudio ha comprobado la importancia de otros factores. En palabras de
Daniel B. Campbell, autor principal del estudio, “esta es la primera
demostración de una interacción específica entre un factor genético de riesgo
muy establecido y un factor ambiental que contribuyen de manera
independiente al riesgo de autismo”, apunta.
Para llegar a este vínculo los investigadores analizaron 408
casos de niños entre 2 y 5 años con riesgos genéticos de autismo infantil.
Gracias a un análisis de sangre determinaron que 252 de ellos cumplían los
criterios para sufrir TEA. Posteriormente analizaron las mediciones de la
calidad del aire en las últimas residencias de los niños y midieron la cantidad
de tráfico cercano.
El estudio, titulado “Trastorno del Espectro Autista:
interacción de la polución del aire con el gen de la tirosina quinasa del
receptor MET” será publicado en la edición de enero del próximo año de la
revista especializada Epidemiology.
Fuente. Muy Interesante
Buscando artículos sobre el tema, encontré este que me pareció realmente interesante y útil, sobre todo para aquellxs que tengáis que dar clases de medicina.
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