Estoy loca, o irritable, susceptible, incluso hipersensible.
El gran clásico de la regla, o influenciada por algo, lo que sea.
Deprimida, nerviosa, enfadada o embarazada.
En muchas conversaciones se encuentran "razones" para desautorizar
mis criterios, mis opiniones o mis argumentaciones,
y gran parte de esas excusas las encuentran en mi emocionalidad,
en la emocionalidad que se nos atribuye propia a las mujeres.
Y nosotras aceptamos esa posible pérdida de razón,
asumimos que estamos influenciadas,
y lo que es peor, asumimos que la influencia de nuestras emociones es negativa.
¿De dónde viene lo que creemos de nosotras mismas?
Conectar con la parte irracional de nuestro cuerpo y comprenderla
no nos hace carentes de razón, sino que nos hace poderosas;
adquirimos más sensatez en nuestros juicios porque son más completos.
El mundo se nombra en masculino y el concepto de verdad también,
nunca se intenta que la verdad sea completa ni llena de sensaciones,
al revés, la pelan todas las mondas hasta que queda ella, la palabra,
la OBJETIVIDAD.
Y a parte de no ser perfecta, ni real, es aburrida.
Gracias a acidamente.blogspot ;)
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