lunes, 18 de noviembre de 2013

Neumonía. Seis cosas que deberías saber sobre ella.


La neumonía, también conocida habitualmente como pulmonía es una inflamación del pulmón o una parte de él producida generalmente por una bacteria, el neumococo. El día 12 de noviembre de cada año se celebra el Día Mundial Contra la Neumonía para intentar concienciar a la población de su peligrosidad. Te mostramos algunos datos curiosos sobre la enfermedad.

La neumonía es la principal causa de muerte en niños de todo el planeta. De hecho suponeel 18 por ciento de todas las muertes de menores de cinco años, es decir, alrededor de 1,3 millones de personas.

La neumonía es una infección respiratoria que provoca una inflamación y un enrojecimiento del tejido pulmonar dificultando y haciendo más dolorosa la respiración. El rápido diagnóstico es vital para que no se convierta en una enfermedad grave y mortal.

Aparte de los niños, otra de la población de riesgo de cara a la neumonía son los mayores de 50 años, pues el sistema inmunológico es más débil y los pulmones son más vulnerables a posibles ataques de bacterias y virus. Evidentemente aquellas personas con enfermedades crónicas (aunque no estén directamente relacionadas con el sistema respiratorio), tales como EPOC, la diabetes o el VIH, son especialmente sensibles ante una neumonía.

El 70% de los casos se podría prevenir con vacunas y antibióticos con un coste de menos de 80 centavos de dólar por persona, según explican desde El Centro Regional de Información de las Naciones Unidas para la Europa Occidental.

Existen dos tipos de neumonía producidas por el neumococo o Streptococos pneumoniae en función si la bacteria llega o no al torrente sanguíneo. Si llega a infectar la sangre se denomina bacteriémica, representa entre el 25 y el 45 por ciento del total de los casos y presenta una mortalidad tres veces mayor que la no bacteriémica.

Según el portavoz de la OMS, Tarik Jašareviæ “la neumonía puede tener un origen viral o bacteriológico, o ser una combinación de ambos factores, y sólo la causada por bacterias puede ser prevenida con vacunas y tratada con antibióticos”. Aunque en realidad, según sus propios datos, en muchos casos la neumonía es consecuencia de otras enfermedades mal tratadas como el sarampión o la tos ferina.



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