La mayor reserva del
país protege 21.000
kilómetros cuadrados de fiordos, lagos y picos que
superan los 2.500
metros . La ciudad de Te Anau es la puerta de entrada a
este paraíso.
El monte Charles
surge a lo largo de una de las rutas panorámicas que salen de Dunedin.
Los cantos de cal
esparcidos por esta playa son, según una leyenda maorí, los cestos de comida de
una canoa mítica.
Desde el faro de
Nugget Point, de 1869, se contempla la mejor vista de este litoral del extremo
septentrional de la isla.
Esta inmensa
reserva, fronteriza con el P. N. Mount Cook, alberga decenas de glaciares y
lagos como el Matheson.
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