miércoles, 25 de diciembre de 2013

Y si empezamos a preocuparnos por el cambio climático?



El hielo del Ártico, del que todos dependemos, está desapareciendo. Y lo está haciendo rápido. En los últimos 30 años hemos perdido tres cuartas partes de la capa de hielo flotante de la cima de la Tierra.


El hielo refleja gran cantidad de calor solar hacia el espacio y mantiene así fresco al planeta y estabiliza los sistemas meteorológicos. Proteger el hielo significa protegernos a todos.

Aunque nos suene lejano, que el Ártico se derrita nos afecta a todos ya que es vital para el funcionamiento global del clima del planeta. Para evitar los impactos más catastróficos del cambio climático, es necesario mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC. Si la temperatura aumentase por encima de esos 2ºC el Ártico desaparecerá. Y, ¿qué pasará a la vez en todos los rincones del planeta? Las estaciones, las cosechas, los alimentos que podemos cultivar, los bosques, las playas y el nivel del mar, las especies de animales cambiarían de manera irreversible.

El Ártico está amenazado por las prospecciones de petróleo, la pesca industrial y los conflictos. Las compañías y los gobiernos quieren buscar petróleo en las aguas desheladas del Ártico.

Shell, BP, Repsol, Exxon y Gazprom, entre otros, se han unido a la fiebre del Ártico y prefieren arriesgarse a un vertido por poder extraer petróleo que sólo cubriría la demanda global durante tres años.

Para perforar el Ártico, las petroleras tienen que apartar los icebergs que sus plataformas encuentran en el camino, y derretir el hielo flotante con mangueras gigantes de agua caliente. Si permitimos que lo hagan, la llegada de un vertido catastrófico es sólo cuestión de tiempo.

Qué puedes hacer tú?



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