A
estas alturas quien no sabe que Somalia no se muere de hambre por la sequía es
porque no quiere. O porque ve demasiada televisión o lee demasiada prensa, ya
que los medios de comunicación, lejos de explicar el conflicto somalí, se
regodean en imágenes de niños llenos de moscas e insisten en que en Somalia no
llueve.
Pues
no, no llueve. Lo cierto es que en Somalia nunca ha llovido demasiado. En el
Cuerno de África ha habido sequía siempre, y sus habitantes están adaptados al
entorno hostil en el que viven. Cierto que el cambio climático ha empeorado la
sequedad de las ya escasas tierras de cultivo y esta situación determina pobres
cosechas. Pero ese no es el verdadero problema de Somalia. La verdad sobre
Somalia pasa por el expolio y especulación que hacen EEUU, y China en menor
medida, con los precios de los alimentos. El intervencionismoyankee en el
país es tal que los precios de los productos básicos han subido un 600%, lo que
imposibilita que los somalíes puedan comprar grano, cereal y outros productos
de primera necesidad.
Somalia
es un punto estratégico crucial para controlar el acceso al Golfo de Adén, ruta
pesquera y petrolífera, además de las supuestas riquezas minerales del subsuelo
somalí. A principios del siglo XXI hubo una época de paz y prosperidad en el
país con la llegada de las Cortes Islámicas, que expulsaron a los "Señores
de la Guerra "
y aportaron tranquilidad al país. Los islamistas impedían el paso de EEUU a
Somalia y no cedían a la manipulación ni al chantaje. La solución americana,
para no variar, consistió en fomentar el odio a todo lo musulmán para tener la
excusa de intervenir en el país y recuperar de nuevo el control sobre las rutas
marítimas y la explotación mineral. A la par, el cuento de piratas que se montó
Europa ayudó enormemente a alimentar el buenismo de los yankees, cuando
eran nuestros pesqueros los que intervenían en aguas no autorizadas, acabando
con el sustento de los pescadores somalíes. Lamentándolo mucho por los
marineros secuestrados, si me roban mi pescado, el pan de mis hijos, yo también
me hago pirata.
Lo que está haciendo EEUU, con el consentimiento de la ONU y del mundo entero, con el
apoyo de Meles Zenawi, el presidente etíope (al que mantiene bien avenido a
base de dólares para que controle la frontera etíope-somalí y los accesos por
tierra) es un GENOCIDIO, una especulación con los alimentos de otros, un
terrorismo de estado. Por desgracia a los políticos y medios de comunicación
europeos no les importa lo más mínimo que mueran unos cuantos miles de negros
pobres. "Es Africa, es normal que la gente muera, es normal que los niños
mueran. ¿Qué sería del continente africano sin la imagen de miles de niños
moribundos?". Ahora los somalíes se hacinan en campos de refugiados
esperando una ayuda internacional que llega con cuenta gotas y a la que algunos
grupos musulmanes radicales les impiden acceder.
Nos
manipulan. Nos cuentan una serie de mentiras casi pornográficas que nosotros,
acomodados en la parte buena del mundo, estamos ávidos de creer. Al fin y al
cabo, siempre interesa estar del bando ganador, y si además enviamos ayuda
humanitaria para limpiar nuestra conciencia quedamos como señores, y asunto
zanjado.
¿Saben ustedes que dicen los somálíes? "La mejor ayuda es que no nos quiteis lo poco que tenemos"
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