viernes, 8 de agosto de 2014

Es posible tratar el ébola con un tratamiento en pleno estudio?

Algunxs nos preguntamos porque el "suero mágico" utilizado en EEUU para tratar a los dxs médicxs contagiadxs de ébola , no ha sido enviado para tratar a la mayoría de lxs pacientxs que están contagiadxs.

Leyendo sobre esto, encontré un artículo interesante en una de las páginas que sigo habitualmente sobre periodismo alternativo (ese tipo de periodismo que no está, o intenta no ser comprado por gobiernos y demás calaña....) 

Aquí os dejo una parte del artículo, que os resultará, estoy segura, interesante.

Este está escrito por Miguel Máiquez

¿Qué avances ha habido en el tratamiento del ébola?

En 1998, el farmacólogo nigeriano Maurice Iwu anunció en el Congreso Internacional de Botánica que el extracto de la fruta de Garcinia kola, un árbol de África Occidental, utilizado por curanderos locales en otras dolencias, detenía el crecimiento del virus en pruebas de laboratorio. No obstante, aún no se han realizado pruebas concluyentes con animales o seres humanos. 

Uno de los avances más importantes tuvo lugar en 2012, cuando científicos del National Microbiology Laboratory (Canadá) administraron un compuesto llamado ZMAb a cuatro monos, 24 horas después de ser infectados con el virus. El ZMAb está compuesto de tres anticuerpos que se obtuvieron de ratones a los que previamente se había vacunado con fragmentos del virus. Los monos que recibieron el ZMAb sanaron sin sufrir efectos secundarios. Un quinto simio al que no se le había administrado el fármaco murió a los cinco días. 

Según explicaron los investigadores, los anticuerpos del ZMAb atacan y neutralizan una glicoproteína en la superficie del virus que le permite entrar e infectar las células. Los científicos anunciaron entonces su intención de desarrollar un anticuerpo más potente llamado Defyrus, que permitiría, junto a una terapia de genes antivirales, dar con la una cura definitiva. Sus previsiones apuntaban a 2014 para empezar a trabajar con humanos. 

En septiembre del año pasado, un estudio dirigido por Robert Stahelin, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana (EE UU) reveló cómo la proteína más abundante que compone el virus del ébola, VP40, le permite dejar células huésped y diseminar la infección a otras células en el cuerpo humano, un hallazgo que podría sentar las bases para el desarrollo de nuevos fármacos y estrategias de lucha. 

Antes, en febrero de 2013, el equipo de investigadores del Servicio de Microbiología del Hospital 12 de Octubre de Madrid logró dar un primer paso en el bloqueo de la entrada de los virus del VIH y el ébola en las células del sistema inmunitario para impedir que se diseminen por el organismo. El trabajo, que comenzó hace diez años y se encuentra aún en sus primeras fases, se está realizando en colaboración con la Universidad de Oxford y con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla. 

¿A qué problemas se enfrentan los científicos? 

Las investigaciones que se están llevando a cabo actualmente para la consecución de una vacuna y un tratamiento contra el ébola se enfrentan a dos problemas fundamentales: por un lado, todavía no se conocen todas las proteínas del virus; por otro, tan solo existen cinco laboratorios en el mundo equipados para trabajar directamente con este tipo de virus, concretamente, en Estados Unidos, Canadá, Rusia, Francia y Alemania. Los más conocidos son el laboratorio del CDC (Center for Disease Control, Centro para el Control de Enfermedades), en Atlanta (Georgia, EE UU), y el USAMRIID (United States Army Medical Research Institute for Infectious Diseases, Instituto de Investigación Médica del Ejército de los Estados Unidos para Enfermedades Infecciosas). 

Pero el obstáculo más importante es la falta de financiación. Según explica a la revista digital Materia el biólogo estadounidense Larry Zeitlin, uno de los descubridores del cóctel de proteínas que ha conseguido frenar la infección en monos, "el principal problema, al menos para nosotros, es el apoyo económico. Recibimos financiación del Gobierno estadounidense, pero llega a borbotones, lo que hace muy difícil desarrollar rápidamente un fármaco". 

Zeitlin, presidente de Mapp Biopharmaceutical, una farmacéutica que trabaja con el Ejército de EE UU en temas de bioseguridad, añade que "el apoyo privado podría acelerar el desarrollo, pero los inversores generalmente no están interesados en productos como éste, con un pequeño número de pacientes, porque no son muy rentables". 

¿Qué ha ocurrido con la farmacéutica Tekmira? 

El pasado 14 de enero, la compañía farmacéutica canadiense Tekmira, con sede central en Vancouver, anunció que había realizado la primera prueba en seres humanos de su antídoto contra el ébola, conocido como TKM-Ebola, dentro de las investigaciones que realiza bajo un contrato con el Departamento de Defensa de Estados Unidos. 

El 5 de marzo, informa eldiario.es, la empresa hizo público que había recibido una ayuda especial (denominada fast-track, y cuyo objetivo es "facilitar el desarrollo y acelerar la revisión de medicamentos para una necesidad médica insatisfecha"), dentro de un contrato de 140 millones de dólares, para acelerar su investigación. 

Días después, el 22 de marzo, se confirmó el brote de ébola en Guinea. 

El presidente de Tekmira, Mark J. Murray, afirmó que "los nuevos datos demuestran la supervivencia en primates tras haberles inyectado dosis letales", y que "la plataforma antiviral aplicada incluye el antídoto antiébola". 

Como destaca eldiario.es, y puede verse claramente en el siguiente gráfico del índice Nasdaq, en el último trimestre las acciones de Tekmira se han disparado:


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